AYUDADO® es el único juego de cartas que permite trabajar la inteligencia emocional en niños y niñas desde un base teórica sólida y basada en décadas de investigación psicológica.
Aquí encontrarás una breve descripción de dicha base teórica para que cualquiera que pueda tener interés sepa más al respecto y para que, en caso de duda respecto a este punto, cualquiera pueda comprobar que no se trata de meras palabras.
Así pues, a continuación se describen brevemente las distintas bases teóricas que han servido de apoyo para el desarrollo de AYUDADO®, en un lenguaje sencillo y para todos los públicos.
¡Ojalá te resulte interesante!
Según la Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura (1986), la mayor parte de la conducta humana es aprendida mediante lo que se conoce como observación por modelado.
Este proceso de modelado, también conocido como aprendizaje vicario u observacional, permite que una persona aprenda comportamientos nuevos mediante la observación y la imitación del comportamiento de otras personas o modelos, del tal manera que, si un comportamiento puede ser adquirido o modificado mediante experiencias directas, también debería ser posible aprenderlo o modificarlo a través de la observación de la conducta y sus consecuencias en otras personas.
Así pues, este proceso de aprendizaje permite adquirir patrones de respuesta nuevos, fortalecer o debilitar ciertas respuestas y/o facilitar la ejecución de ciertas respuestas ya presentes en la persona (Méndez et al., 2014).
Más concretamente, el proceso de modelado que nos ocupa en el caso de AYUDADO® es el que denominamos “modelado en vivo”, en el que el modelo lleva a cabo la conducta en presencia del observador, en este caso el/la niño/a. Esto permite adaptar la forma de actuar del modelo a cada caso concreto de distintas formas, ya sea simplificándola, desarrollándola en más detalle, ofreciendo respuestas alternativas, haciendo hincapié en distintos aspectos, o como lo crea conveniente (Méndez et al., 2014).
De hecho, algunas investigaciones han demostrado que la técnica del modelado es incluso efectiva para enseñar nuevos comportamientos a niños y niñas dentro del espectro autista y para ayudarles a desarrollar habilidades sociales casi tan bien como lo haría cualquier otra persona (Bejarano, 2012; Charlop-Christy et al., 2000), lo que demuestra el gran protencial de esta técnica de aprendizaje.
Llegados a este punto, ya deberías haberte dado cuenta de que tu papel, como “persona adulta acompañante”, es el de actuar como modelo durante el transcurso del juego y, ahora, ya sabes la importancia que eso tiene para el correcto desarrollo del juego.
La terapia de juego es una intervención ampliamente utilizada para ayudar a los niños a procesar emociones complejas y mejorar su desarrollo emocional, social y cognitivo. A través del juego, los niños pueden expresar sentimientos y conflictos internos que no siempre logran verbalizar, lo que les brinda una vía para explorar y resolver emociones difíciles de forma natural y segura (Landreth, 2002).
El juego, como actividad innata en los niños, se convierte en una herramienta eficaz cuando se integra de manera estratégica. Los terapeutas llevan tiempo utilizando la terapia de juego para facilitar el desarrollo de comportamientos más adaptativos en situaciones donde los niños presentan déficits en habilidades emocionales o sociales (Pedro-Carroll y Reddy, 2005).
Durante las sesiones, los niños utilizan los juegos y juguetes como una extensión de su lenguaje, proyectando a través de ellos sus pensamientos y emociones (Landreth, 2002).
El juego simbólico es un aspecto clave de esta terapia, ya que permite al niño simular y experimentar diferentes escenarios, roles y emociones, lo que favorece el desarrollo de la memoria, la lógica y el pensamiento abstracto (Ortega, 2003).
Tanto Piaget como Vygotsky (psicólogos que estudiaron el desarrollo cognitivo infantil, centrando Piaget en las etapas de aprendizaje y Vygotsky en la influencia del entorno social)destacaron la importancia del juego simbólico para el desarrollo cognitivo y social de los niños. En este sentido, la terapia de juego no solo contribuye a mejorar el bienestar emocional, sino que también facilita el aprendizaje de habilidades sociales y la integración de roles sociales complejos (Moustakas, 1997).
Diversos estudios han respaldado la eficacia de la terapia de juego, demostrando mejoras significativas en áreas como el ajuste emocional, las habilidades sociales y la reducción de comportamientos no deseados (LeBlanc y Ritchie, 2001; Bratton et al., 2005). Estos resultados confirman que el juego no solo es una actividad recreativa, sino también una herramienta poderosa para el crecimiento emocional y social de los niños.
En el contexto de AYUDADO®, el juego actúa como un medio para que los niños exploren y expresen sus emociones en un ambiente seguro y estructurado, donde el adulto desempeña el papel de guía y modelo. A través de preguntas diseñadas para estimular la reflexión emocional y la empatía, AYUDADO® no solo fomenta la inteligencia emocional, sino que también incorpora elementos fundamentales de la terapia de juego, proporcionando a los niños una plataforma para el autoconocimiento y el desarrollo emocional de una manera accesible y divertida.
Bandura, A. (1986). Social foundations of thought and action. A social cognitive theory. Prentice-Hall, Inc.
Bejarano, C. (2012). Habilidades sociales en el espectro autista. Revista Científica de Ciencias de la Salud, 5(5), 47-54. https://doi.org/10.17162/rccs.v5i1.177
Bratton, S. C., Ray, D., Rhine, T., y Jones, L. (2005). The Efficacy of Play Therapy With Children: A Meta-Analytic Review of Treatment Outcomes. Professional Psychology: Research and Practice, 36(4), 376–390. https://doi.org/10.1037/0735-7028.36.4.376
Charlop-Christy, M. H., Le, L. y Freeman, K. A. (2000). A Comparison of Video Modeling with In Vivo Modeling for Teaching Children with Autism. Journal of Autism and Developmental Disorders, 30(6), 537-552. https://doi.org/ 10.1023/a:1005635326276
Landreth, G. L. (2002). Play therapy: The art of the relationship. Brunner-Routledge.
Leblanc, M., & Ritchie, M. (2001). A meta-analysis of play therapy outcomes. Counselling Psychology Quarterly, 14(2), 149–163. https://doi.org/10.1080/09515070110059142
Moustakas, C. E. (1997). Relationship play therapy. Jason Aronson.
Méndez, F. X., Olivares, J. y Ortigosa, J. M. (2014). Técnicas de modelado. En J. Olivares y F. X. Méndez (Eds.), Técnicas de modificación de conducta (4ª ed., pp.193-224). Editorial Biblioteca Nueva.
Ortega, J. (2003). Psicología del desarrollo infantil. Editorial Síntesis.
Pedro-Carroll, J., y Reddy, L. A. (2005). Cognitive-behavioral interventions in educational settings. Routledge.
AYUDADO® 2024 | Todos los Derechos Reservados
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